¿Cuál pudiera ser la racionalidad de publicar estadísticas detalladas y comparables interanualmente que muestran una gran caída de ventas de productos cárnicos, al mismo tiempo que se ofrece otra información -en un formato que no facilita la comparación interanual- y que pudiera indicar que en realidad se habría producido un significativo incremento de las ventas de productos cárnicos?
Los recién publicados datos oficiales de las ventas agropecuarias en Cuba en el primer trimestre de 2019 parecen dificultar el entendimiento de uno de los asuntos políticamente más sensibles de Cuba: las ventas en los mercados agropecuarios.
Si no se le dedica tiempo a revisar detenidamente el informe “Ventas de productos agropecuarios. Indicadores seleccionados. Enero- marzo de 2019”. (Edición junio 2019), una lectura “normal” de los datos publicados puede llevar a conclusiones abiertamente contradictorias. (1)
Si se “miran” las tablas 2.5, 2.6, 2.7 y 2.8 que presentan la información más detallada que permiten una comparación de los resultados del primer trimestre de 2019 en comparación con igual periodo de 2018, haciendo referencia a cuatro formas de comercialización, la conclusión a la que pudiera arribarse es que las ventas agropecuarias en el primer trimestre de 2019 ofrecen un panorama mixto: se vendieron dos tercios más de productos agrícolas (viandas, hortalizas, arroz, maíz, granos, cítricos y frutas) en comparación con igual periodo del año anterior, pero en cambio las ventas de productos cárnicos se redujeron a la mitad. Específicamente, las ventas de productos agrícolas crecieron en 65,55% y las de productos cárnicos disminuyeron en 49,8%.
Sin embargo, si se “mira” otra tabla del mismo informe (Tabla 1.3) que solamente ofrece información para el primer trimestre del año en curso (2019), e igualmente se tiene el cuidado de “mirar” la misma tabla en un informe anterior con los datos para el primer trimestre de 2018, entonces la evolución de las ventas de productos cárnicos sería radicalmente diferente a lo que parecían sugerir las otras tablas: lejos de reducirse, las ventas de cárnicos habrían dado un salto descomunal de 508%. Es decir, habrían crecido más de cinco veces, entre ambos trimestres.
¿Cómo se explica tal discrepancia?
Parecerían existir dos posibles respuestas: se trata de un problema de método para seleccionar e incluir/excluir en las tablas las formas de comercialización, o sencillamente se ha anunciado una cifra errónea.
Respecto al posible problema de método, pudiera estar utilizándose un esquema rígido para construir estadísticas que reflejen los datos en un contexto cambiante. Por ejemplo, haber “dejado fuera” de las tablas detalladas la información de las Cooperativas No Agropecuarias (CNA) que gestionan ventas en Mercados Agropecuarios pudiera haber tenido el efecto de hacer invisibles la mayor parte de las ventas de cárnicos en las tablas inter- anuales más detalladas del informe.
Sin embargo, la explicación pudiera ser más sencilla: la cifra de ventas de cárnicos en el primer trimestre de 2019 (29,2 mil toneladas) podría haber sido un dato erróneo.
Los datos reportados en las tablas más detalladas
Todos los datos mencionados aquí se refieren a las ventas medidas “en físico”, es decir, expresadas en toneladas métricas.
La información presentada en las tablas 2.5, 2.6, 2.7 y 2.8 del documento “Ventas de productos agropecuarios. Indicadores seleccionados. Enero- marzo de 2019”. (Edición junio 2019), ha sido proporcionada de manera comparada para los primeros trimestres de 2018 y 2019 reflejando solamente la dinámica de cuatro formas de comercialización:
- Mercados Agropecuarios Estatales
- Mercados Agropecuarios de Oferta y Demanda
- Puntos de Venta
- Mercados Agropecuarios Arrendados
En el caso del incremento total de las toneladas vendidas de productos agrícolas, tuvieron un peso decisivo los notables incrementos de las dos mayores formas de comercialización sobre las cuales se ofreció información detallada. Los Mercados Agropecuarios Estatales incrementaron las toneladas vendidas en 49,2%, en tanto los puntos de ventas registraron un “salto” de 205,5%.
En el caso de las ventas físicas de cárnicos, la gran reducción total de las ventas se explica principalmente por la caída del 45,6% registrada en los Mercados Agropecuarios Estatales (MAE). Dentro de esa caída de los productos cárnicos vendidos en los MAE se destacan la notable contracción de las ventas de carne de cerdo en el primer trimestre de 2019.
La tabla de la discordia
Nos concentraremos en las ventas de productos cárnicos pues es aquí donde los datos parecen comportarse de manera extraña, concretamente en la Tabla 1.3, es decir, la tabla que no ofrece los datos comparados interanualmente entre el primer trimestre de 2018 y 2019.
A diferencia de los otros cuadros estadísticos mencionados, la tabla 1.3 incluye una quinta forma de comercialización: las cooperativas no agropecuarias (CNA) que gestionan ventas en mercados agropecuarios.
Estas CNA operan en mercados arrendados a empresas estatales. Venden los productos con precios de acopio centralizado a precios minoristas máximos (papa, arroz, chícharo, huevo) y el resto a precios de oferta y demanda.
Es precisamente la inclusion de las CNA en la tabla 1.3 lo que modifica sustancialmente la información de la venta de productos cárnicos en el primer trimestre de 2019, pues según la tabla 1.3, las CNA –excluidas de las otras tablas- habrían vendido el 93% de los cárnicos comercializados en los mercados agropecuarios del país.
Tratar de responder la pregunta acerca de si lo que se ha producido es un error de método (haber excluido las CNA de las tablas detalladas) o si se trata simplemente de una cifra mal informada, pudiera facilitarse tratando de identificar el comportamiento a más largo plazo.
En ese sentido, el siguiente gráfico ha agregado –en color verde- las ventas de las CNA.
El patrón observado entre los primeros trimestres de 2014 y 2018 puede ser explicado racionalmente: crecimiento progresivo de las toneladas totales vendidas, principalmente debido al incremento de las cifras de los mercados agropecuarios estatales (MAE), en tanto el aporte de las otras formas de comercialización se mantuvo relativamente estable.
Las ventas de las CNA crecieron notablemente en el primer trimestre de 2016, pero luego se mantuvieron estables, hasta que se produjo el inexplicable “salto” del primer trimestre de 2019.
Lo que parece indicar la tabla es que la cifra de ventas de 27100 toneladas reportadas en el primer trimestre de 2019 pudiera tratarse de un error estadístico.
Es el tipo de situación en la que se observan “saltos” que son muy difíciles de explicar para quienes no produjeron esas estadísticas.
Notas
1 ONEI. “Ventas de productos agropecuarios. Indicadores seleccionados. Enero- marzo de 2019”. (Edición junio 2019). http://www.one.cu/publicaciones/05agropecuario/ventasmercadoagrop/public_mar19.pdf
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