En primera persona

Ir por lana y salir trasquilado: el manejo torpe de la estadística en el debate político en Cuba

Cualquiera que no sepa algo sobre un tema puede equivocarse cuando se refiere a ese tema. Con eso no hay problema. Eso es humano, pero mi recomendación es que debería tenerse algún sentido elemental de la responsabilidad cuando, en el marco de un debate político, intenta utilizarse un tema que no se domina para decir que otro participante “evita” la discusión o para atribuirle la producción de “cuasi fake news”.

El reordenamiento monetario en Cuba: un intermedio, ocho preguntas y las tormentas perfectas

Usualmente tiende a colocarse el acento en la valoración de los posibles efectos sociales y políticos inmediatos de una devaluación del peso, principalmente la posibilidad de una inflación y su eventual impacto negativo en la pobreza y en la desigualdad. Obviamente es una atención plenamente justificada. Sin embargo, la devaluación del peso también pudiera tener efectos sociales y políticos negativos en plazos mayores, los cuales a veces no logran ser percibidos con claridad pues se presentan superficialmente como procesos económicos que son relativamente más difíciles de comprender.

El reordenamiento monetario y la devaluación del peso cubano: ¿escogiendo el veneno?

Es ampliamente reconocido que la “gran ficción” del modelo económico cubano consiste en mantener como uno de los principales precios relativos de la economía nacional una tasa oficial que establece la equivalencia unitaria entre el peso cubano y el dólar estadounidense. Cualquier ordenamiento monetario lógico en Cuba debería comenzar sacando la tasa oficial del peso cubano del universo paralelo en que habita, desde hace rato, para devolverla a la realidad económica.

Crecimiento, equidad y sector privado en Cuba: ¿desplumar o estrangular a la oca?

El potencial del sector privado para contribuir a crear una base impositiva debe ser considerado como una “fortaleza” en el marco de la reforma del modelo económico y social de Cuba. Existe la posibilidad de diseñar y de aplicar una política de “doble dividendo”, del tipo “ganar- ganar”, para reemplazar una política actual respecto al sector privado que –parafraseando a Jean- Baptiste Colbert, ministro de finanzas de Luis XIV- parecería estar hoy más concentrada en estrangular a la oca que en desplumarla.

Contando “ricos” y “pobres” en Cuba: ¿qué dicen los datos disponibles?

Parecen existir suficientes indicios acerca de que probablemente sea más importante y urgente discutir el impacto que sobre la desigualdad cubana pudiera estar teniendo el empobrecimiento absoluto y relativo de segmentos de los trabajadores estatales y de los pensionados, que ponerse a discutir acerca de si un deportista o un músico “concentran” o “acumulan” riqueza.